Mundial del 86
Si hay un nombre propio aparejado a la historia del Mundial de Fútbol, ése es el de Diego Armando Maradona. Protagoniza algunos de los momentos más recordados de la Copa del Mundo, torneo que resume perfectamente lo que ha sido la carrera del que para muchos es el mejor jugador de todos los tiempos. Del cielo al infierno, de héroe a villano, de ser un dios a ser un paria. Vamos a empezar con esa primera parte, con la positiva.
Sin el menor género de dudas, el Mundial de México 86 fue el de Diego Maradona. El 10 había jugado ya la anterior Copa del Mundo, en España 82, pero ni sus actuaciones ni las de su selección fueron, ni de lejos, parecidas a las de México 86.
Llevaba dos años en el Nápoles y estaba en lo mejor de su carrera. Llegó como capitán de su selección y durante la Copa, jugó todos y cada uno de los minutos de los siete partidos que disputó su selección. En el primer partido de Argentina, disputado en el estadio Universitario de México ante Corea del Sur (y arbitrado por Victoriano Sánchez Arminio), Maradona dio las tres asistencias de los goles de Valdano (2) y Ruggeri. El partido acabó 3-1. En el segundo partido, Maradona marcó su primer gol del torneo, en un 1-1 ante Italia en Puebla. Tras derrotar a Bulgaria en el último partido del grupo y a Uruguay en octavos, en cuartos llegó el partido más recordado de aquella cita y uno de los más fundamentales de la historia del Mundial de fútbol.
Argentina e Inglaterra se enfrentaron el 22 de junio de 1986 en el estadio Azteca de México. En el primer tiempo, Argentina dominó más pero no pudo superar la defensa inglesa. Pero en el minuto seis del segundo tempo, llegó el primer tanto, uno de los más famosos de la historia del fútbol: el gol de la ‘Mano de Dios’: un centro de Valdano fue desviado por el defensa inglés Steve Hodge y Maradona, saltando junto a Peter Shilton, le dio a la pelota con la mano y el balón entró. El árbitro tunecino Ali Bin Nasser, pese a las protestas inglesas, dio por válido el gol.
Pero todo lo injusto e ilegal de ese gol quedó eclipsado con el gol que rivaliza con el de la ‘Mano de Dios’, el llamado ‘Gol del Siglo’: Maradona recibe el balón a unos diez metros de la línea del centro del campo en su propio terreno de juego. El jugador del Nápoles recorrió entonces 60 metros en 10 segundos, regateando a Peter Beardsley, a Peter Reid, dos veces a Terry Butcher y una a Terry Fenwick para finalmente regatear a Peter Shilton y marcar el 2-0. Gary Lineker marcó en el 81, pero fue insuficiente. En semifinales, otro doblete de Maradona doblegó a Bélgica y en la final, ante Alemania, los albicelestes lograron la victoria por 3-2, siendo el último gol a pase de Maradona. El Pelusa acabó siendo nombrado mejor jugador del torneo y alzando la Copa del Mundo. Estaba en lo más alto, era casi un dios.
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